a Rafael Alberti
Versos libres como antídoto,
cada vez son menos las noches
que atestiguan la oscuridad.
Nocturno,
taciturno desde el lado visceral,
abstracto.
No hay actos remediables,
no hay palabras consolables
a la línea que constituye la pared transversal
a todo jardín florecido
por resguardar... por contemplar.
"Las palabras entonces no sirven,
son palabras…"
domingo, 26 de enero de 2014
Somos nada
Desde la alta, profunda y extensa periferia debajo de los rituales sagrados vuelan ciegamente pero consientes, silenciados por una idea plasmada, una única e irracional, masiva, nociva y centrista. Mientras en el medio del progreso se inmolan a valores trillados, disfrazados, a patologías creadas basándose en la solución y a jugar con la existencia mediante círculos blancos de polvo que contraen todas las supuestas respuestas al nuevo mundo. Tenemos nada, somos nada. Solo somos barriletes desplazándose en este vendaval contradictorio y peligroso.
Yo
La gota que no se anima a zambullirse en un vaso que lo ve como un mar picado a punto de estallar en plena tormenta de verano.
Las ganas de florecer en el frio ártico que cae como destellos del cielo.
La habitación clausurada al sol, a los impertinentes rayos solares.
La sal anestesiada temporalmente.
El envoltorio cerrado cubierto de preguntas sin respuestas.
La crisis que a toda región aniquilaría.
El rio dulce que, ya rendido, anhela diariamente con su idea de ser alguna vez mar.
El niño que creció y perdió en su camino al sol.
La plenitud a la desesperanza y la negritud a lo cotidiano.
La fuerza con la que golpean las olas al romperse, y la angustia que conlleva a saber que se hundirán en la arena para nunca más volver.
La tristeza de ser humano.
La irremediable tarea de ser yo...
Las ganas de florecer en el frio ártico que cae como destellos del cielo.
La habitación clausurada al sol, a los impertinentes rayos solares.
La sal anestesiada temporalmente.
El envoltorio cerrado cubierto de preguntas sin respuestas.
La crisis que a toda región aniquilaría.
El rio dulce que, ya rendido, anhela diariamente con su idea de ser alguna vez mar.
El niño que creció y perdió en su camino al sol.
La plenitud a la desesperanza y la negritud a lo cotidiano.
La fuerza con la que golpean las olas al romperse, y la angustia que conlleva a saber que se hundirán en la arena para nunca más volver.
La tristeza de ser humano.
La irremediable tarea de ser yo...
Dosis
De la tierra a mi centro
reposa el sueño bien adentro.
Anestesia las horas
que martillan mi persona.
Inyecta mi emoción
al mundo de hoy,
duradero el sentido
que ejerce la acción.
Caída vertical
desde mi labio liberal
hasta el refugio cerrado
de giro circular.
Sabor ancestral,
disipando expresiones
y activando fuertemente
en el plano personal.
Irremediable imaginación
sobrepasando la exaltación,
irrefutable adicción
en pleno invierno emancipador.
Hectáreas de sesiones
crean un conocimiento
brotan mis semillas fervorosas
antes del acontecimiento.
Mezclando, cortando
toda relación tradicional
Mezclando, cortando
en cualquier lecho disfuncional.
reposa el sueño bien adentro.
Anestesia las horas
que martillan mi persona.
Inyecta mi emoción
al mundo de hoy,
duradero el sentido
que ejerce la acción.
Caída vertical
desde mi labio liberal
hasta el refugio cerrado
de giro circular.
Sabor ancestral,
disipando expresiones
y activando fuertemente
en el plano personal.
Irremediable imaginación
sobrepasando la exaltación,
irrefutable adicción
en pleno invierno emancipador.
Hectáreas de sesiones
crean un conocimiento
brotan mis semillas fervorosas
antes del acontecimiento.
Mezclando, cortando
toda relación tradicional
Mezclando, cortando
en cualquier lecho disfuncional.
martes, 14 de enero de 2014
Nada
Horizontalidad
omnipresente,
mi cuerpo reclama la sal
no somos nada,
somos pequeñas partículas estallando.
Te extraño.
El tiempo, ¿iba a rehabilitarme?
mi cuerpo reclama la sal
no somos nada,
somos pequeñas partículas estallando.
Te extraño.
El tiempo, ¿iba a rehabilitarme?
Luna y Sol
¿Y si en
realidad no somos nada? ¿Qué tal si somos demasiado ínfimos?
Allí, bien a lo lejos me miras tan radiante envuelta en tu velo colonial, brillas con tu luz natural mostrándome alternativas para no descarrilar mis pensamientos. Creas la intimidad justa para entregarte todo lo que fui y lo que soy sin temor al fin, conteniéndome como la primera vez, resplandeciente y raramente locuaz sobreponiéndote a toda masividad fonética, a todo margen de ruido extremadamente antinatural, a vibraciones constantes voladas sobre el poniente ya contaminado de frases trilladas y vacías.
Allí, bien a lo lejos me miras tan radiante envuelta en tu velo colonial, brillas con tu luz natural mostrándome alternativas para no descarrilar mis pensamientos. Creas la intimidad justa para entregarte todo lo que fui y lo que soy sin temor al fin, conteniéndome como la primera vez, resplandeciente y raramente locuaz sobreponiéndote a toda masividad fonética, a todo margen de ruido extremadamente antinatural, a vibraciones constantes voladas sobre el poniente ya contaminado de frases trilladas y vacías.
Desde tu
muelle periférico mi miras tan silenciosa, estrecha de par en par desnuda sin intimidación
a cualquier rayo, a cualquier vapor oscuro.
¡Madre natura traidora al querer ofrecerte a la vista un mísero rato!, al querer indultar la presión de mis ojos a otra pasión.
¡Madre natura traidora al querer ofrecerte a la vista un mísero rato!, al querer indultar la presión de mis ojos a otra pasión.
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Vos, que
sustraes tanto mis horrores como mis virtudes, que absorbes sal desde lo más
profundo y que te haces desear en mi octubre grisáceo.
Nace a través de esa rendija que hace tiempo esta obstruida por una llave que no sé girar. Asomate e ilumina este envase terrorífico y cansado. Perforame, penetrame, aniquilame y mostrame los destellos que tanto solían encandilar mis ojos.
Nace a través de esa rendija que hace tiempo esta obstruida por una llave que no sé girar. Asomate e ilumina este envase terrorífico y cansado. Perforame, penetrame, aniquilame y mostrame los destellos que tanto solían encandilar mis ojos.
domingo, 5 de enero de 2014
Declaraciones de amor y guerra
En el cielo se
disputan batallas imparables, impenetrables. El rey pide con firmeza la
abolición de la paz antes construida por años, sus guerreros van listos ya
frente a todo lo que se interponga para despedazarlo.
Una mujer recibe la confesión de amor por parte de quien siempre quiso que sea el hombre de su vida; felizmente su corazón parpadea, late con tanto fervor que ilumina el alma mojada que solía llevar a cuestas. El hombre, ya sin el peso del temor por la reacción de ella se lanza al encuentro amoroso junto a la misma y estrechan el beso y el abrazo sellador del festejo.
Los corazones se encienden de tal manera que los guerreros y el rey quedan obnubilados ante tantos destellos de pasión y fuerza vertida.
Yo, a miles de kilómetros más abajo, muy abajo, solo diviso luces y veo al cielo partirse con cada declaración de amor y guerra.
Una mujer recibe la confesión de amor por parte de quien siempre quiso que sea el hombre de su vida; felizmente su corazón parpadea, late con tanto fervor que ilumina el alma mojada que solía llevar a cuestas. El hombre, ya sin el peso del temor por la reacción de ella se lanza al encuentro amoroso junto a la misma y estrechan el beso y el abrazo sellador del festejo.
Los corazones se encienden de tal manera que los guerreros y el rey quedan obnubilados ante tantos destellos de pasión y fuerza vertida.
Yo, a miles de kilómetros más abajo, muy abajo, solo diviso luces y veo al cielo partirse con cada declaración de amor y guerra.
Eufemismo
Plano
antagónico que describe malestar individual en mi realidad,
por encima de las calamidades corporales que pueda llegar a encontrar.
En el desliz vertido sobre el eufemismo antes concebido,
me dispongo a ver al horizonte ya rendido.
por encima de las calamidades corporales que pueda llegar a encontrar.
En el desliz vertido sobre el eufemismo antes concebido,
me dispongo a ver al horizonte ya rendido.
-
El todo es la
nada y la nada presiente
la negrura de lo absoluto decreciente.
En praderas solía soltar mi sudor y mis carcajadas,
en praderas hay una vertiente magnate absolutista enajenada.
En praderas solía soltar mi sudor y mis carcajadas,
en praderas hay una vertiente magnate absolutista enajenada.
-
Me inmolo al
progreso,
acreciento el desprecio,
nazco con sonrisas,
muero con consuelos.
acreciento el desprecio,
nazco con sonrisas,
muero con consuelos.
-
Fin.
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