Devorando los dias

Devorando los días,
cargando con el disfraz del impostor,
mientras en la vidriera se muestra
lo último, lo vacío.
Atesorando el reflejo de un racconto sublime
que fugazmente a diario se pasea por la conciencia
casi en decadencia por estos días.
Interviniendo,
o tratando por lo menos de dejar atrás el anhelo
y no avanzar en el cliché
de que "todo tiempo pasado fue mejor".
Camino, recto, en esta senda multifuncional e irracional
queriendo diluir las nubes en soles
y las malezas en flores,
queriendo así nunca más resquebrajar.

Feriado

Amanece agua destilada, purificada.
En mi halo anestesiado
sobrevuelan todavía las palabras
eclipsadas, obnubiladas.
-

Tristeza que parecía nunca acabar
hoy pisa con más fervor,
en el suelo se recrea un abismo
y ahí por caer estoy yo.
-

El gris de arriba me hacer recordar.
-

Jamás voy a escribir como vos,
nunca voy a sentir como vos.
Si hasta hace poco te sentía transpirar, vibrar, sobrevolar
sobre tu postura anárquica, obstinada, la de nunca acabar.
-

Los charcos reflejan el cielo estallando
con más y más fuerza
y es la misma fuerza la que me hace recordar
debo finalizar, es otro triste feriado más.

Lo bello y lo sublime

Al desvelo hacerlo pasajero,
a la culpa cambiarla por sueños.
A la luz fría, abrumadora, ahuyentadora
invadirla de retazos de soles, mares, cerros.
Lo bello y lo sublime no debe ser pasajero...
-

A las nubes grises que ennegrecen el paisaje limpiarlas,
pintarlas al óleo y crear un pasaje.
Un pasaje que divida lo mundano, lo monótono
de todo esto, lo que aspiramos a ser, salvajes.
Dar rienda suelta a lo más recóndito de todo este cuero,
para arrasar con la angustia que yace dentro nuestro
y despedazar por el aire la fiebre de estos cuerpos.
Lo bello y lo sublime no debe ser pasajero...
-

Erigirse en ríos cristalinos y navegar
bajo rayos de sol que incitan volver a argumentar
palabras resistentes de todo mal
todo mal que quiera crecer de ahora en más.
Lo bello y lo sublime no debe estar tan lejos...