Lo bello y lo sublime

Al desvelo hacerlo pasajero,
a la culpa cambiarla por sueños.
A la luz fría, abrumadora, ahuyentadora
invadirla de retazos de soles, mares, cerros.
Lo bello y lo sublime no debe ser pasajero...
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A las nubes grises que ennegrecen el paisaje limpiarlas,
pintarlas al óleo y crear un pasaje.
Un pasaje que divida lo mundano, lo monótono
de todo esto, lo que aspiramos a ser, salvajes.
Dar rienda suelta a lo más recóndito de todo este cuero,
para arrasar con la angustia que yace dentro nuestro
y despedazar por el aire la fiebre de estos cuerpos.
Lo bello y lo sublime no debe ser pasajero...
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Erigirse en ríos cristalinos y navegar
bajo rayos de sol que incitan volver a argumentar
palabras resistentes de todo mal
todo mal que quiera crecer de ahora en más.
Lo bello y lo sublime no debe estar tan lejos...