Como el agua estallando contra piedras casi huecas, como el caer de miles de hojas de un árbol triste en pleno otoño, casi como la sensibilidad de ver como se va el tiempo temiendo que lo transcurrido no halla sido en vano, como el deseo de ver que la vida no es mas que tiempo perdido, ahí, se va lo transcurrido. Nos preguntamos miles y miles de veces si estamos en el camino correcto, si lo marcado, lo vivido, sirvió. Si los millones de sentimientos escupidos no fueron arrastrados por la nada, si valió la pena demostrar tanto placer y a la vez tanta rabia hacia objetos o personas, que, después de todo "cuando amamos lo hacemos como cosas"…
Nuestra virtud como seres humanos a veces es errada, a veces las personas dejan mucho que desear, a veces las personas no son personas. Digo virtud porque supuestamente el ser humano es el único ser capaz de pensar, reflexionar, etc
Hay personas que casi como por perfección transmiten amor, humildad, libertad. Como también las hay que transmiten egoísmo, mentiras y falsedad.
En un mundo donde ya nada, ni nadie es real, donde los objetos claramente nos poseen, donde tienen mas libertad que nosotros mismos, donde la verdad es algo que es difícil de encontrar, donde para encontrarla tenes que buscar en los lugares mas recónditos del corazón de las personas… Y muchas veces no es encontrado.
Casi apagado por la decepción de vivir en una ciudad plagada de personas no compatibles con lo que aspiro, te confieso que no tengo una perspectiva de un futuro, una mirada mas allá del hoy, del presente...
Cada vez mas apagado, mas decepcionado al ver que los días pasan frente a mi cara que de por si extraña al niño que fui, que volvería a ser.
Los pensamientos, las palabras, todo cae entregado, casi como una tormenta en pleno verano, arrastrando absolutamente todo… Cae todo sin más. Menos lo mas demostrativo, no quieren bajar en esta tormenta, se quedan allá arriba esperando que valga la pena, ¿esperando el momento adecuado para mostrarse a lo mejor? No lo se. Se quedan arriba mirando, esperando la razón para salir de una vez a flote, salir de ese encierro añejo, ese encierro que carcome la cabeza, ese encierro casi doloroso, casi no, doloroso. ¿Miedo?, ¿Vergüenza? No creo, la verdad no lo se, pero lo que se es que estoy esperando el día que se dignen a bajar e iluminarme de una vez...
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