La raza humana no esta en lo cierto si no se estremecen sus ojos al posarse frente a sucumbidas praderas, ni tampoco si su corazón late tranquilo al ver la opresión constante hacia los mismos por los mismos. El desvelo de los que nada tienen pero que día tras día ponen su pecho y su cara para enfrentar atrocidades, vientos que resquebrajan la piel ya curtida por años, cubren el nefasto cielo gris de los que siguen creyendo que lo esencial es lo material, que parecer es poseer y que aparentar es accionar.
Entre el calor de los llanos y las alturas mas esbeltas de las cumbres se posa y sin olvidar esos kilómetros de agua salada que supo cruzar, va a accionar otra vez, va a ser nuestro escudo de tinta y papel para re-inventarnos nuevamente sin resquebrajar nuestro ser.
A una pluma ingobernable.